martes, 5 de enero de 2016

Hizo crack



El 24 de octubre de 1929, será recordado por siempre como el día en el que estalló la Gran Depresión. Cualquier parecido con la realidad actual, probablemente no sea mera coincidencia, para algunos entendidos, la gran crisis se sigue pagando.

Pero ¿y el cine? ¿Cómo ha retratado este hito histórico del capitalismo mundial? A continuación, os propongo cinco películas en las que de alguna u otra forma, se aborda el tema sin mayores complejos:

“El artista” (M. Hazanavicius, 2011). De factura reciente, El artista cuenta la historia de un actor rico y famoso, estrella del cine mudo que, en cuestión de años pasa al anonimato y a la pobreza absoluta. Es también una historia de amor, pero de fondo tiene el fulminante Crak del ’29. Hazanavicius retrata también los malabares de la industria, la llegada del sonoro y del cine musical. Trajo al siglo XXI el mudo y el blanco y negro, quizás para quedarse.



“¡Qué bello es vivir!” (F. Capra, 1946). Para los norteamericanos es un clásico de la pantalla chica. ¡Qué bello es vivir! narra las desventuras de un hombre que intenta salvar el mundo en medio de aquel debacle económico, olvidándose siempre de salvarse a sí mismo. Sin embargo, la vida se encargara de darle un lección de amor y esperanza. Las estremecedoras acotaciones del Crack del ’29, contrastan con su tono cómico y romántico. 

“Esplendor en la hierba” (E. Kazan, 1961). Aunque su trama gira alrededor de otros temas, no menos profundos y rompedores para su época, Esplendor en la hierba pasaría a la historia, en parte, gracias a Nathaly Wood y Warren Beatty. Sin embargo, esta historia, llena de momentos sutiles y matices sexuales existencialistas, está enmarcada en medio de los excesos previos a la crisis, de acontecimientos propios de aquel 24 de octubre, de los escalofriantes suicidios en la ciudad de Nueva York o del posterior New Deal. Una película imprescindible.

”Danzad, danzad malditos” (S. Pollack, 1969). Horrorosa historia que se adelanta al boom de la telerealidad. Supervivientes de la crisis económica participan en un maratón de baile con la esperanza de obtener un premio o simplemente con la por subsistir; el desgaste físico y psicológico a la que Pollack somete a sus personajes, cae en un realismo tétrico y cruel. Su secuencia final es de antología.

“Las uvas de la ira” (J. Ford, 1940). Quien quiera comprender de un modo muy realista, lo que supuso la Gran Depresión para buena parte del pueblo norteamericano, no debe perderse Las uvas de la ira. Es además por sí misma una cinta imprescindible para todo amante del cine clásico y por supuesto de Ford, quien retrata con suma fortaleza, los avatares de una familia pobre, por sobrevivir en medio del tsunami económico. El filme es un documento histórico a la altura misma de los fotoreportajes de Dorothea Lange. Sus profundos diálogos y su frase final (“Nosotros estamos vivos y seguimos caminando, no pueden acabar con nosotros y aplastarnos, saldremos siempre adelante porque somos la gente”) perduraran para siempre. 

Películas como Dogville (L. Von Trier, 2003), Cinderella man (R. Howard, 2005) o Un albergue en Tokio (Y. Ozu, 1935), están llamadas también a formar parte de esta lista, proponed vosotros las que queráis.

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